EXPORTACION E IMPORTACION

 

            La confirmación de la exportación de acordeones de la marca “El Cid”, en concreto a los Estados Unidos de Norteamérica, viene dada en primer lugar por la aparición en subastas públicas en ese país de varios ejemplares marcados con el logotipo de la marca de fábrica registrada en 1915 por la empresa murciana “Hijos de Clemente García”, que mostramos en la cabecera de este blog, y que portan además una chapa con la indicación “Made in Spain”, fijada en la parte superior de la caja que contiene las voces melódicas del instrumento, como se puede observar en esta fotografía.

Colección privada
(Fotografía cortesía de Pedro Blanco)

Fue a partir de 1914 cuando se impuso en Estados Unidos la obligatoriedad de indicar la procedencia de las mercancías importadas a través del uso de la leyenda “Made in…”, lo cual nos proporciona una fecha a partir de la cual realizar la datación aproximada de estos acordeones.

En segundo lugar encontramos otra fuente de información sobre la exportación de acordeones de “Hijos de Clemente García” al continente americano en este anuncio insertado en el número 129 de la revista “Africa y América, revista mercantil internacional” del año 1922[1], con el cual la empresa pretendía reclutar representantes para la venta de sus juguetes y acordeones en diversas ciudades del país norteamericano.

No resulta en absoluto sorprendente comprobar cómo la empresa aspiraba a la exportación al extranjero de los acordeones salidos de su factoría valenciana, ya que desde principios de siglo aparece igualmente constatada su posición como una de las mayores exportadoras nacionales de pimentón. En una fecha tan temprana como 1901 ya era la tercera mayor exportadora de pimentón murciana, con 613.820 kilos salidos desde la estación de Murcia[2], y en otro documento de 1908 figura una cifra de exportación de 378.213 kilos[3]. No en vano, Miguel García Martínez, el mayor de los tres hermanos fundadores, sería nombrado en 1904 presidente del Gremio de Exportadores de Pimiento Molido de Murcia[4], y dirigiría durante dos años la revista “El Pimentón”, órgano de difusión de la asociación[5].

Lista de pimentoneros de Murcia en 1908
              Fuente: Pérez de Espinardo, 2000, p.128

Igual o más interesantes si cabe son las noticias referentes a las importaciones de materias primas realizadas por la empresa a través del puerto de Valencia, que nos informan acerca de los materiales necesarios para la fabricación de las diferentes piezas de los acordeones, algunos de los cuales, como decimos, llegaban desde países extranjeros a través del tráfico naviero. Así, la prensa local recoge la llegada de vapores procedentes de los puertos de Hamburgo y Amberes con cargamentos de papel, hojalata y manufacturas de hierro para los “Hijos de Clemente García”.[6]

El 10 de diciembre de 1914 la Administración de la Aduana valenciana subastó un lote abandonado de 600 kilogramos de lengüetas para acordeones[7]. Esta cifra sirve por sí sola para hacerse una idea del importante volumen comercial que la industria del acordeón suponía para la Valencia de la época. En cuanto a la fabricación autóctona, en la propia planta levantina, de todas las piezas con las que se componían los acordeones “El Cid”, es imposible afirmar o negar tajantemente este hecho, mientras no dispongamos de una prueba documental o un testimonio directo, ya que, por ejemplo, en el caso concreto de las lengüetas metálicas que producen el sonido, éstas no presentan en el chasis sobre el que van remachadas ninguna marca distintiva específica que las diferencie especialmente de las utilizadas por otros fabricantes. Al contrario, suelen mostrar una línea oblicua o diagonal incisa en una esquina que supone un procedimiento muy habitual, utilizado a lo largo de toda la historia de la fabricación de acordeón para señalar cuál es la cara que debe quedar a la vista tras montarse sobre el sommier. Esta incisión se observa en instrumentos de muchas marcas diferentes, tanto antiguas como actuales, dificultando la posibilidad de conocer exactamente cuál ha sido el fabricante real.

Lengüetería de acordeón "El Cid".
        Colección privada

Lengüetas de acordeón Hohner con la incisión diagonal.
            Fuente: http://gumshoearcana.blogspot.com/
 

Lengüetas de bajos y acordes de un acordeón Weltmeister, modelo "Cajun", fabricado en 2014.
Colección privada

Las últimas informaciones sobre importación datan de los meses previos al estallido de la Guerra Civil en 1936, cuando Alberto García Martínez, de Valencia, figura entre los importadores españoles de toneladas de caseína boricada, un producto químico utilizado para la conservación de la madera[8].


[1]Africa y América, revista mercantil internacional, Año XVIII Número 129 – 1922 Enero 01

[2]Ángel Pulido, Sobre la mezcla del pimentón y aceite (Madrid: Tipografía de Enrique Teodoro, 1902)

[3]Jesús Pérez de Espinardo, El libro del pimentón (1756 – 1965) (Murcia: Turbinto, Sociedad Cultural de Murcia, 2000)

[4]Ricardo Montes Bernárdez, “Historia del pimentón murciano. 1730 – 1945”, Cangilón, Revista etnográfica del Museo de la Huerta de Murcia, n.º 35 (2016), http://cangilon.regmurcia.com/revista/N35/N35-001.pdf

[5]Montes Bernárdez, “ Historia del pimentón murciano. 1730 – 1945”

[6]El Pueblo: diario republicano de Valencia, Año XVI Números 6083, 6179 y 6373 - 1909

[7]Las Provincias: diario de Valencia, Año IL Número 15883 – 1914 Noviembre 29

[8]Gaceta de Madrid, Número 213 – 1934 Agosto 1; Número 203 – 1935 Julio 22; Número 351 – 1935 Diciembre 17; Número 96 – 1936 Abril 5


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