LOGOS Y DISTINTIVOS

            De la misma manera que no podemos asegurar la fecha de fabricación de los diferentes acordeones salidos de esta fábrica valenciana que han sobrevivido hasta hoy, tampoco podemos hacerlo con la cronología de los diferentes logotipos y elementos distintivos que éstos portan. Resultaría muy sencillo afirmar que la marca de fábrica registrada en 1915 y consistente en la leyenda “Acordeón Marca El Cid – Valencia” inscrita en una cenefa con la figura del caballero medieval en el centro únicamente fue empleada a partir de esa fecha, pero la inscripción en el Registro de la Propiedad Industrial únicamente nos informa de que a partir de entonces comienza la protección legal de la marca frente a posibles competidores, pero no necesariamente su uso. Existen ejemplos de otras marcas cuyo uso publicitario empezó antes de su registro legal. Es el caso, por ejemplo, de “Las Torres”, marca del también fabricante de acordeones valenciano Rafael Torres Beltrán[1], que no fue registrada hasta 1925[2], lo cual no supuso un obstáculo para que éste la utilizara en anuncios insertados en prensa en los años anteriores.[3]

            El primer elemento visible que nos parece, con las debidas reservas, exclusivo de los acordeones “El Cid” es la cantonera metálica que protege y oculta al mismo tiempo las uniones entre las cuatro piezas de madera que forman las dos cajas de que se compone el instrumento.



           
El diseño exacto que aparece en esta fotografía no lo encontramos, hasta ahora, en ningún acordeón que muestre una marca diferente a la que aquí nos ocupa. En todo caso sí que aparece en multitud de instrumentos sin distintivo alguno de marca comercial, lo que podría estar indicándonos  que se trataría de acordeones fabricados previamente al uso de la marca “El Cid”, o bien de encargos realizados para otros vendedores con expresa indicación de no portar marca ninguna.

            Una variante de esta pieza la constituye ésta otra.

Fuente: www.todocoleccion.net
 

            Aquí aparece troquelada la conocida enseña de la figura del Cid inscrita en un círculo, sin la indicación de “marca registrada”, que sí aparece en la documentación de la empresa de principios del siglo XX.

 

Encabezamiento de una factura de la empresa del año 1919.
Fuente: www.todocoleccion.net


           
La marca de fábrica registrada en 1915 aparece en algunos de los ejemplares más bonitos, sin que podamos hasta el momento determinar cuándo comenzó y dejó de utilizarse.

Colección privada

Fuente: www.todocoleccion.net
 

            Otro distintivo que fue ampliamente utilizado por la fábrica consistió en una chapa metálica redonda con la figura de El Cid y la inscripción circundante “Marca Registrada”. Este emblema aparece en modelos muy diferentes, como se puede apreciar en las siguientes fotos, y se fijaba en diferentes lugares del acordeón, como también se puede observar.

Colección del Museo de Artes Populares del Serrablo (Sabiñánigo, Huesca)

Acordeón que porta la chapa anterior sobre su caja melódica.
Colección del Museo de Artes Populares del Serrablo (Sabiñánigo, Huesca)

Este acordeón "El Cid" presenta su insignia,
 pese a no distinguirse en la fotografía, en su parte frontal.
Colección particular.
 

Este ejemplar, además de la marca registrada, lleva dos chapas
más, con las indicaciones "Cromático" y "Lengüetas de acero".
Fuente: www.todocoleccion.net


           
Una variante la encontramos en esta interesante insignia que aparece en un acordeón de propiedad privada que fue comprado en los Estados Unidos de Norteamérica. Claramente nos indica que se realizaron exportaciones de acordeones desde España a América, como por otro lado también nos informa la revista “Africa y América: revista mercantil internacional”, de 1922[4], en la que “Hijos de Clemente García” insertó un anuncio demandando representantes en diversas ciudades norteamericanas. Este dato no debe sorprender, ya que diversas fuentes documentales y bibliográficas nos confirman que la empresa de los hermanos murcianos García Martínez era una de las mayores exportadoras de pimentón del país. Pero es éste un asunto que escapa al interés concreto de este blog, de manera que dejamos algunas de estas fuentes indicadas en nota al final para quien desee profundizar en el conocimiento de las otras industrias, muy variadas, emprendidas por la sociedad “Hijos de Clemente García” y sus sucesores.[5]

Colección privada
(Fotografía cortesía de Pedro Blanco)


           
Por último, es obligado referirse a otro elemento importante de la estética de un acordeón, como es la parrilla que protege las válvulas que dan paso al aire en la caja melódica. También en este caso fueron muchos los motivos decorativos empleados, pero hay uno que se repite en mayor número. Se trata de éste:

            Sin embargo, sería aventurado afirmar que se trató de un diseño propio, ya que aparece en muchos otros instrumentos salidos de diferentes fábricas y marcas internacionales. Así, por ejemplo:

Catálogo de la tienda de instrumentos musicales de Paul Beuscher,
en París, en el que se ofertan acordeones "modelo italiano" con parrillas
muy similares a las de los instrumentos "El Cid". Circa 1938.

Ilustración procedente de un catálogo de la firma Hohner, circa 1925.
La parrilla es exactamente igual a la que llevan muchos ejemplares de "El Cid".
Fuente: http://gumshoearcana.blogspot.com/
 

Acordeón "Meinel und Herold"
Fuente: 
https://durspel.wordpress.com/

Acordeón de la marca Hohner, como se ve en la foto siguiente.
Fuente: www.todocoleccion.net

Distintivo de la marca Hohner en el instrumento de la foto anterior.
Fuente: www.todocoleccion.net


           
Es habitual, hoy como ayer, que muchas de las piezas, fundamentalmente las de carácter decorativo, que forman parte de un acordeón se fabriquen en serie en factorías que posteriormente las suministran a los fabricantes, montadores o incluso “artesanos” de acordeones, lo que explica que gran parte de estos elementos externos aparezcan desde el principio de la historia de la fabricación del acordeón en ejemplares de muy diversa procedencia geográfica. No olvidemos que el acordeón, patentado por primera vez en 1829, es un producto de la revolución industrial, y bajo los procesos fabriles característicos de ésta nació y se desarrolló su industria.



[1]Para ampliar información sobre éste y otros fabricantes valencianos de acordeón, recomendamos consultar “L’origen de l’acordió valencià”, catálogo de la exposición del mismo nombre organizada por la asociación cultural “El Mussol” en 2018 en Quart de Poblet (Valencia). https://issuu.com/elmussol/docs/origen-acordi__-valenci___web , así como Instruments de la tradició valenciana, editado por la Barraca Quina Fumaguera de Alicante en 2019. https://asociacionculturalfogueralaceramica.files.wordpress.com/2019/05/quinafumaguera2019bajapliegos.pdf

[2]Boletín Oficial de la Propiedad Industrial, número 932, 1 de julio de 1925.

[3]El Pueblo: diario republicano de Valencia, Año XXIX Número 10855 – 1922 Agosto 29

[4]Africa y América, revista mercantil internacional, Año XVIII Número 129 – 1922 Enero 1

[5]Cangilón, Revista Etnográfica del Museo de la Huerta de Murcia, Número 35, Alcantarilla, Asociación de Amigos del Museo de la Huerta de Murcia, Diciembre 2016.

   Angel Pulido Fernández, Sobre la mezcla del pimentón y aceite (Madrid, Tipografía de Enrique Teodoro, 1902)

 










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